Antes de preocuparte por tener una “mala personalidad”, deberías conocer este mecanismo mental que protege tu interior — podría tratarse de una reacción a un trauma.

Antes de preocuparte por tener una “mala personalidad”, deberías conocer este mecanismo mental que protege tu interior — podría tratarse de una reacción a un trauma.

Este artículo es una traducción de un texto que escribí originalmente en japonés, utilizando ChatGPT. Por lo tanto, puede contener expresiones que difieren del uso nativo o que no reflejan exactamente mi intención original. Les agradezco de antemano su comprensión al respecto.

Autor: Hideyuki Ikeuchi, consejero profesional

Hola. Soy Hideyuki Ikeuchi, consejero.

¿La personalidad no cambia?

A menudo se dice que “la personalidad no cambia”. Antes de convertirme en consejero, también solía pensar que mis preocupaciones y dificultades se debían a problemas de personalidad, ya sea mía o de los demás, y que, al no poder cambiarla, tendría que convivir con ella toda la vida.

Sin embargo, al formarme como consejero y comenzar a ejercer, llegué a creer sinceramente que la personalidad y el carácter, considerados inmutables, pueden cambiar.

Cuando la personalidad se convierte en un problema

La personalidad suele considerarse problemática cuando surgen dificultades en las relaciones interpersonales, falta de comprensión mutua, incapacidad para cooperar, o cuando, a pesar de pedir repetidamente que alguien deje de hacer algo, no lo hace. También puede ser un problema cuando una persona siente que su personalidad le causa sufrimiento o interfiere en su vida diaria.

¿Qué es la personalidad en psicología?

En psicología, los términos “personalidad” y “carácter” se utilizan, pero en japonés no existe una distinción uniforme en su uso. Además, términos como temperamento e individualidad a menudo se engloban bajo el término “personalidad” según el contexto.

Significado de cada término en psicología

  • Carácter (character): Estilo de comportamiento innato y consistente desde el nacimiento.
  • Personalidad (personality): Tendencias formadas a través de experiencias sociales, reflejando la base del pensamiento, emociones y comportamiento en relación con el entorno físico y social.
  • Temperamento: Características de las respuestas emocionales, basadas en diferencias individuales en la sensibilidad y la intensidad de las reacciones a estímulos externos.
  • Individualidad: Diferencias que enfatizan la distinción entre una persona y otra.

Significado común del término “personalidad”

En el uso cotidiano, términos como personalidad, carácter, temperamento e individualidad se utilizan libremente, y es difícil distinguirlos estrictamente. Por lo tanto, es importante comprender el contexto y el significado con el que se utilizan.

Al escuchar a los clientes, a menudo surgen expresiones como “la personalidad no cambia” o “tengo una mala personalidad”. Al profundizar en estas conversaciones, se hace evidente que el término “personalidad” se utiliza en un sentido amplio, abarcando conceptos como carácter, temperamento e individualidad.

La personalidad puede cambiar. Cambia.

Cuando aspectos de la personalidad, carácter, temperamento o individualidad cambian gradualmente, y las personas a su alrededor notan estos cambios sostenidos, se reconoce que “ha cambiado” o “su personalidad ha cambiado”.

El cambio es un proceso continuo que resulta de pequeños pasos acumulados. Este cambio se transmite a los demás solo cuando las acciones y actitudes de la persona cambian de manera natural y sostenible.

Incluso si una persona siente que ha cambiado, durante el proceso de esfuerzo, es común que los demás perciban ese esfuerzo y digan “estás esforzándote”, en lugar de “has cambiado”.

En las relaciones humanas, lo importante es la actitud de valorar la relación con el otro. Este esfuerzo también es un cambio, y su acumulación es significativa.

¿Puede cambiar la personalidad solo con el esfuerzo individual?

Es posible crecer al esforzarse por cambiar la forma de pensar y actuar. Sin embargo, es difícil determinar si ese esfuerzo ha llevado a un cambio en la personalidad misma.

Muchas personas intentan cambiar de forma independiente. Sin embargo, reconocer y cambiar patrones de reacciones defensivas emocionales o fisiológicas es muy difícil por sí solo.

Incluso si el esfuerzo permite cierto grado de gestión, hay aspectos que no pueden cambiarse sin la cooperación de otros. Estos aspectos a menudo permanecen como “dificultades para vivir”.

Especialmente, las fuertes reacciones defensivas fisiológicas adquiridas para sobrevivir requieren la interacción con otros para ajustarse. Por lo tanto, es natural que haya límites para lo que se puede lograr solo.

Por otro lado, hay personas que afirman haber cambiado su personalidad y superado las dificultades solo con su esfuerzo. Al escuchar sus historias, se nota que siempre hay alguien que los ha apoyado y acompañado.

Sin embargo, a veces no reconocen el valor de ese apoyo o lo dan por sentado, lo que puede considerarse un problema de personalidad.

Este “valor de la interacción con los demás” se describe en el artículo de Carl Rogers “Las condiciones necesarias y suficientes para el cambio de personalidad mediante la terapia”. Allí se presentan las condiciones necesarias para que la personalidad cambie constructivamente.

Según mi experiencia, siempre hay personas que, además del consejero, apoyan y acompañan a quien se esfuerza. Estas personas, conscientes o no, se relacionan desde la conciencia humana, independientemente de los intereses personales.

Y esa relación a veces cumple con todas las “condiciones para el cambio” que Rogers mencionó. Además, al sumar la participación de varias personas, se pueden cumplir todas las condiciones de Rogers.

Por lo tanto, incluso cuando parece que el cambio se logró solo con el esfuerzo individual, siempre hay una interacción saludable y suficiente con otros. Ambos aspectos son como las dos ruedas de un carro que permiten que la personalidad cambie constructivamente.

Las seis condiciones necesarias y suficientes para el cambio de personalidad según Rogers

  1. Dos personas están en contacto psicológico.
  2. La primera persona (el cliente) está en un estado de incongruencia, siendo vulnerable o ansiosa.(ADPCA)
  3. La segunda persona (el terapeuta) está en congruencia dentro de la relación.
  4. El terapeuta experimenta una consideración positiva incondicional hacia el cliente.
  5. El terapeuta experimenta una comprensión empática del marco de referencia interno del cliente y se esfuerza por comunicar esta experiencia al cliente.
  6. La comprensión empática y la consideración positiva incondicional del terapeuta son percibidas, al menos en mínima medida, por el cliente.

Estas condiciones no están relacionadas con el tratamiento médico, el conocimiento psicológico, psiquiátrico, médico o religioso, ni con las cualificaciones del consejero o terapeuta. Tampoco son específicas de la teoría de la terapia centrada en el cliente ni describen técnicas de tratamiento, sino que se refieren al cambio de personalidad.

No se puede reconocer ni aceptar el cambio de personalidad

Incluso si una persona ha cambiado claramente su personalidad desde la perspectiva de los demás, hay quienes no pueden reconocer o aceptar ese cambio.

Estas personas suelen ser aquellas que han experimentado problemas o heridas debido a la personalidad anterior de esa persona, y esos problemas no se han resuelto ni sanado.

Mientras los problemas reales o las heridas emocionales no se resuelvan o sanen, es natural y comprensible que no puedan reconocer o aceptar el cambio, incluso si parece que la personalidad ha cambiado superficialmente.

Las personas en esta situación no necesitan forzarse a reconocer o perdonar ese cambio. Primero, es esencial resolver los problemas reales. Luego, cuando se sientan tranquilas y listas para aceptar, pueden hacerlo.

Incluso si otros les dicen que “deberían perdonar”, no es necesario aceptar o perdonar forzadamente. Lo más importante es valorar su propio proceso emocional.

Aspectos que no son personalidad pero que se malinterpretan fácilmente

Hay aspectos que no son personalidad pero que se malinterpretan fácilmente.

  • Trastornos del desarrollo: Los trastornos del desarrollo no son personalidad, sino características derivadas del desarrollo de las funciones cerebrales. Con medicamentos, comprensión y cooperación del entorno, y métodos de afrontamiento adecuados, es posible convivir bien con estas características.

Actualmente, con la mayor difusión de información sobre los trastornos del desarrollo, en el ámbito de la consejería, hay un aumento de personas que, tras investigar por su cuenta, creen tener un trastorno del desarrollo. Sin embargo, en realidad, a menudo se trata de reacciones al trauma, respuestas defensivas al estrés debido a factores ambientales u otras reacciones o síntomas.

  • Reacciones al trauma: Lo que se considera personalidad a veces es, en realidad, una reacción al trauma. Las reacciones al trauma incluyen disociación, flashbacks, entre otros, y pueden provocar respuestas extremadamente fuertes o, por el contrario, extremadamente débiles ante ciertos estímulos o situaciones, tanto en la persona afect

Texto original en japonés

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プロカウンセラー池内秀行

個人・カップル・家族・友人同士など、幅広い人間関係やライフステージの悩みに対応する心理カウンセリング・セラピーを提供しています。人間関係の悩み、家庭内の悩み、恋愛・夫婦関係の改善、職場での悩み、自己理解や自己肯定感の向上、不安・抑うつ・トラウマの癒し、生きづらさの解消など、多様なテーマに寄り添います。 クライアント一人ひとりの背景や課題に応じたオーダーメイドのカウンセリングを大切にし、安心してお話できる環境を整えています。初めての方でも不安なくご利用いただける丁寧なサポートを心がけています。 オンラインカウンセリングで海外在住の方にも対応 Zoomなどを用いたオンラインカウンセリングにも対応しており、海外在住の方、日本語での心理サポートを必要としている方にも多くご利用いただいています。時差や言語の壁に悩むことなく、安心してご相談いただけます。 東京から全国・全世界へ対応可能です。お気軽にお問い合わせください。

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